La esperanza es lo último que se pierde dicen, así que mi sueño de que mis lentes de Rayos-X revolucionen la medicina todavía tienen su chance. Lo mismo el mouse calefaccionado y mis teorías de los huracanes - clima en Chile, la frío según las horas, el color de los cerros y el calor y por último en la categoría de premio por la paz, la erradicación de la celulitis en el mundo.
Si por esas cosas de la vida llego a hacer realidad estas genialidades, sería premiada nada más y nada menos que mis fellow inventores de la Universidad de Harvard que se dan el gusto de apoyar importantes estudios como el inédito de Kees Moeliker sobre "el primer caso de necrofilia homosexual entre patos slvestres" en el 2003. Porque nosotros visionarios del siglo XXI tenemos (anti) Nobel, sigamos inventando.
Porque donde más se pueden validar estudios como "El efecto del Country en el suicidio", "las dinámicas del hula-hula" y agradecer de paso al creador del karaoke y su nueva forma de enseñar la tolerancia.