si tuviera que elegir entre La Cenicienta y La Bella durmiente, me quedaría lejos con la última, pero más que nada porque duerme todo lo que la otra trabajo... a fin de cuentas el príncipe es el mismo.
Una historia. Desde que tengo 8 años que Luis Ortigoza es mi príncipe. No se vayan a pasar rollos tampoco. Es de esa edad que voy al ballet al Teatro Municipal y que tengo recuerdos de que sea príncipe o galán de cuanto ballet hay. Excepto claro esa vez que se cortó el antebrazo que no estuvo bailando.
Ahora que lo pienso, Luis Ortigoza también podría ser mi Dorian Gray. No sé si serán las luces o el maquillaje pero ese hombre no ha envejecido ni un single day.
También bailaron en papeles solistas el resto de los bailarines principales, por supuesto que saben cuál es mi favorito. Nada que decir muy bien todos.
Vestuario, excepto por algunas pelucas que no me parecieron, el resto estuvo espectacular. Como la mayoría de los santiaguinos debe saber los trajes eran de los 50's hechos por la casa Dior, encargados por un Larraín que trabaja en teatro europeos y que su cosa era esto de tener representaciones lo más que hay, galla.
Seguiría chacharando y haciendo comentarios de lo grande q tenía el poto cierto bailarín respecto a otros... pero la pesadez de mi cabeza y pensar que tengo que hacer un trabajo - sí sábado por la noche - no me hacen muy hablaora que digamos
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